miércoles, 20 de enero de 2016

No sé muy bien cómo he llegado aquí, ni al blog (que de casualidad ha aparecido, ni lo recordaba) ni a este momento de mi vida.

Vuelvo a estar perdida, perdida de mí y perdida de una Elektra que encontró la felicidad y se esfumó.....

Vivo rodeada de desconocidos y sin saber qué hago en este sitio. No sé porque no tengo fuerzas para seguir, para luchar, para encontrarme...me cansé de darlo todo por quien solo dio migajas por mí, alguien que me juraba amor eterno y no era capaz ni de amarse así misma.

¿Qué debe hacer una persona que se ha perdido en el camino y en la ruptura de una relación tóxica?  Tengo tanto miedo de no ser capaz de enfrentarme al mundo y volver a decepcionarme a mí misma, que ya no sé ni lo que está bien o está mal, ni lo que siento ni lo que no, ni lo que quiero ni lo que merezco, ni lo que espero, ni lo que valgo, ni  nada.....................

viernes, 1 de junio de 2012

Perdida...





Perdida como un perro voy
en busca de aventuras
Perdida sin saber quién soy
en la montaña rusa
en la montaña rusa...

Y yo quise cambiar el mundo
y tal vez, ese mundo me cambió
Y hay noches que me hundo entre la nada
para alcanzar la misma conclusión: 
no soy ninguna santa.














Cuando no encuentras ni un sólo motivo para tirar hacia a delante, no hay palabras que lo describan, Esta canción ya lo dice por sí misma. No he actualizado antes porque no hay ni ganas.

miércoles, 11 de abril de 2012

Hace un mes que no escribo por aquí, no sabía ni que poner. Por más que pensaba en las mil cosas que pasaban por mi mente, no era capaz de encontrar las palabras exactas que describieran como me sentía.
Aunque por aquí no haya sido capaz de expresarlo, tengo miles de sueños que quiero cumplir y me he dado cuenta que o espabilo o mis sueños quedarán en la cuneta.

Pues bien, cuando tienes claro que tienes que luchar por ellos, te cuentan que puede que tengas fibromialgia. Sí, mi querido neurólogo me ha dado ese diagnostico porque cree que es lo que tengo, pero vamos...me manda de vuelta a mi médico de cabecera a que me siga haciendo pruebas. Sé que tener el cuerpo lleno de contracturas no es lo más normal del mundo y que te tires más tiempo con dolores que bien, tampoco es normal....pero esto no puede pasarme a mí y más siendo tan joven. Quiero estar bien, joder!!! Quiero que mi cuerpo deje de dolerme, quiero que dejen de pesarme las piernas cuando voy por la calle y joder, quiero que mis contracturas dejen de  dolerme más cada vez que tengo un problema emocional..........


Necesitaba soltarlo. Sé que tengo que esperar a los resultados, pero un médico no debería de decirte eso y quedarse san pancho, si saber realmente si es cierto o no......

lunes, 12 de marzo de 2012



Tuvo mil historias y olvidó olvidarles
Malgastó caricias en los despertares
Rellenó enteritos mil y un pasaportes
Y ahora vengo yo a bajarla de ese viaje

Estudió carreras en los corredores
Sólo le queda mi amor pa' graduarse

Lola se ha sentido sola entre un millón
Y murmura una canción
Lola
Se quedó atrapada en su dolor.....

miércoles, 7 de marzo de 2012

Lucía era una de esas personas que el tiempo y los palos la habían vaciado por dentro, o eso pensaba ella. Sentía que era incapaz de darse a los demás, que ese miedo que inundaba su cuerpo, le hacía sentirse más pequeña e insegura. A sus 30 años, se dio cuenta que llevaba más decepciones que alegría encima. Cada vez que le gustaba alguien, en vez de acercarle, le alejaba; y no porque fuera antipática o seria, si no que sus propios fantasmas en la cabeza, la hacían distanciarse. Pretendía ser abierta y hablarles de sí misma, pero su reacción era la contraria, más se asustaba y le daba mil vueltas a la cabeza.

Él había entrado hacía poco en su vida y casi ni se conocían, pero le gustaba. Quería conocerle y saber muchas más cosas de ese joven divertido que la hacía reír. Pero cada vez que le hablaba se bloqueaba y no sabía ni de que hablarle. Algo dentro de si le decía que era él la persona a la que esperaba y que su miedo iba a hacerle alejarse mucho más si no hacía algo para vencerlo.

¿Cómo se acerca Lucía a ese chico? ¿Qué se puede hacer para dejar ese miedo atrás? ¿Qué hago yo para conocerte y que me conozcas?

lunes, 27 de febrero de 2012

Echar la vista atrás no es fácil. Puedo decir, sin duda, que nunca quise a nadie como te quise a ti; o te quiero, porque ya no lo sé. Te convertiste en mi otra mitad, en mi conciencia, en esa persona incondicional. Siempre fiel a mi lado, como sirviente a su señor.

Hemos llorado, reído, cantado, bailado y todos esos verbos que puedan llegar ahora a nuestras cabezas, juntas. Sí, juntas. Así he pasado los últimos años de mi vida, a tu lado. Tú siempre pendiente de que mi sonrisa no desapareciera, sin importarte la hora o el día. Hasta a 600 km de ti, en uno de los momentos más duros, te sentí tan cerca como si te tuviera delante de mí, apoyándome.

Tus abrazos me calmaban, me hacían sentir segura. No había nada que no pudiera contarte, ya que siempre me entendías e intentabas ver mi lado bueno en cada segundo.

Pero aquel día mi alma se partió. Al principio pensé que era una discusión más, una de esas que tantas veces habíamos arreglado y nos había fortalecido. Pero no fue así. Ninguna de las dos quiso arreglar aquello. Algo destinado a arreglarse, acabó destinado a distanciarse. Cada una con sus motivos, cada una con una razón fuerte por la que no querer ceder.

Y ahora, ocho meses después, me doy cuenta que no fue culpa tuya pero tampoco mía. Es duro querer a alguien y no ser capaz arreglar algo que fue maravilloso. Con el tiempo, me he dado cuenta que te idolatraba. Te veía más de lo que realmente eres. Siempre subida en un pedestal, ese que decidía lo que estaba bien y lo que no. Tuviera quien tuviera la razón aquel día, una se acaba quemando y creo que es lo que nos pasó a las dos, que nos quemamos de algo que dábamos por hecho.


Intento nombrarte lo menos posible, intento no pensarte y dejarte atrás; pero mi salud se está resintiendo por no ser capaz de sacar lo que tengo dentro. Así que aquí queda esto, en forma de entrada del blog, ya que es de los pocos sitios donde puedo expresarme tranquilamente.





(Y aquí cierro ese capítulo de mi vida que lleva 8 meses en el abierto. Estoy aprendiendo a reconstruirme de ese vacío que quedó dentro de mí. Aprendo a tomar mis propias decisiones, sin consultarlas con nadie. Aprendo a valerme por mí misma. Y si lo hago bien o no, me servirá para seguir avanzando en este duro camino que es la vida. Perdón por el texto tan largo, pero hay momentos en que necesitas sacar cosas que tienes dentro.)




sábado, 18 de febrero de 2012

Miedo

¿De qué tengo miedo? Durante estos últimos días, no dejo de preguntármelo. No sé si tengo miedo a sufrir, si tengo miedo a ser feliz de verdad o a la incertidumbre. Cada vez que me ocurre algo bueno, le encuentro mil pegas para que no pueda ser. Para demostrarme a mí misma que eso no está hecho para mí y que ya vendrá algo mejor....Quizás cada una de esas cosas sean las mejores y tenga que abrir mi mente para poder verlo. 

¿Por qué no puedo ser de esas personas a la que le llegan las cosas sin tener que darle quinientas vueltas a la cabeza? De esas que lo viven todo al 100% y se dejan llevar. A veces pienso que lo hice tantas veces y salieron mal tantas cosas, que le pongo barreras a todo lo nuevo que pueda llegar. Otras más bien creo que soy demasiado inconformista, que siempre me acaba faltando algo...